La Casa Grande de Covas, con restos románicos y en construcción desde el siglo XII, es un lugar excepcional que combina historia, naturaleza y un misticismo único. Su ubicación privilegiada en un valle de 80 hectáreas , rodeado de vegetación autóctona y animales en libertad, la convierte en un destino incomparable. Un refugio de ensueño en el corazón de la Ribeira Sacra, donde el confort y la historia se fusionan con la belleza del entorno. 

Rodeada de imponentes montañas, frondosos bosques y cristalinos ríos, nuestra finca es el destino perfecto para quienes buscan desconectar del ritmo urbano y sumergirse en la naturaleza. Cada rincón ofrece vistas espectaculares y una atmósfera de serenidad incomparable.

Historia

Patrimonio

Antigüedad

Para entender el origen de Covas, debemos remontarnos siglos atrás y dar voz a las historias transmitidas por los ancianos del lugar. Se dice que la finca fue en su día un lugar de retiro para frailes mayores, enviados desde un convento de Ourense, propietario de estas tierras. Aquí, los religiosos no solo se dedicaban a la oración, sino que también administraban los diezmos de las fincas vecinas y ofrecían servicios esenciales a la comunidad. Con el tiempo, Covas se convirtió en una parroquia autosuficiente, albergando estructuras fundamentales como el molino, la forja del herrero, el aserradero, el horno y la capilla. Este legado sigue vivo en cada rincón de la finca, formando parte de la esencia y el carácter de Covas.

En Covas, cada rincón cuenta una historia. Desde la Casa Grande, con su arquitectura centenaria, hasta el puente romano y los molinos restaurados, la finca es un testimonio vivo del pasado. Rodeados de bosques de castaños y robles, nuestros espacios incluyen un huerto centenario, una capilla histórica, un hórreo tradicional y senderos que conducen al río Toldao y sus cascadas.

Casa Grande de Covas es una antigua casa señorial con siglos de historia, cuidadosamente restaurada para preservar su esencia tradicional. Su legado cultural se extiende a través de múltiples elementos arquitectónicos de gran valor, como:

• Un puente romano con inscripciones en latín que lo convierten en una joya histórica.
• Restos arqueológicos de la época romana, testigos de antiguos asentamientos.
• Un hórreo tradicional, una era y un pajar, símbolos de la vida rural gallega.
• Un conjunto de bodega y antebodega, donde se almacenaba y elaboraba el vino.
• Una capilla con más de tres siglos de antigüedad, un espacio de recogimiento y tradición.